Intentas mentirte, porque es más fácil que intentar mentirme a mi, el problema es que ni tu te crees lo que sale de tu boca ni yo voy a taparme los ojos para no ver cómo me desean los tuyos.
Y si, soy como una puta veleta, que gira y gira cuando sopla el viento, pero tus brazos tampoco me agarraban los suficientemente fuerte como para que no lo hiciera.
No eramos ni tu ni yo, eran las ganas, irrefenables e insaciables en algunas ocasiones, y desgastadas en muchas otras.
Quizás ese fue el problema, que fueron demasiadas...
Me has dejado rota con este post...
ResponderEliminarGracias por leerlo guapa!!
ResponderEliminar