Dicen que nada me parece lo mismo desde hace tiempo, que mis sueños se desvanecieron entre ira y rencor. Dicen que se puede ver a través de mis ojos y que mis sonrisas fingidas ya no engañan a nadie.
Dicen que ya nada me afecta y que mi alama está helada...
 Pero no saben NADA.
Las cosas no son lo mismo, es cierto, porque el cambio sucede, la vida sigue ,y yo, con ella. Procuro no mirar atrás, porque es la única forma de afrontar el presente venga como venga.
Una vez me dijeron que la mirada era el reflejo del alma,y justo por eso la reservo para quien yo quiero. Y no, mis sonrisas fingidas ya no engañan a nadie, porque ya he aprendido a no mostrarme distinta a cómo soy o cómo me siento, le gente se irá igual si no le gustas por mucho que sonrías.
Y si, puede que parezca que las cosas no me afectan, pero eso lo dejaré para la libre imaginación de cada uno, los míos saben que me pasa aquí dentro, y con eso me vale.

Ya basta de lecciones por caídas, ya basta de miradas sobre el hombro y ya basta de pegarla por la espalda. Nunca he sido así y no voy a cambiar ahora, demasiado orgullo he conseguido recuperar.
Sólo espero que, cada vez que te preguntes por qué ya no está esa ternura en mis ojos cuando miro, recuerdes que por cada lágrima que yo secaba, una puñalada me llevaba.