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miércoles, 4 de diciembre de 2013

Desorden en cajas de metal.

Y no son otros los motivos, que tus ganas de desordenarme la vida, las que me llevan a buscar un ancla con la que caer firme al fondo del océano de tus manos. 


Que si buscas entre sábanas arrugadas, sonrisas perdidas, verás que vivieron allí por un tiempo, el mismo que tardaron en desaparecer estas cicatrices que hoy se esconden bajo una piel nueva, firme... pero suave.


Existen miles de estaciones que pueden hablar de nuestro secreto a voces, y muebles, que escondían miles de telas que me quitaste despacio, botón a botón, o deprisa, sin fijarte en los colores vivos que ya no habitan esos cajones en polvo.


Y es que hay un lugar, donde dejé enterrados todos mis sueños e ilusiones, como quien de pequeño guarda sus juguetes más preciados... en una caja de metal, y no me atrevo a volver.


Porque volver, es verte, descubrirte, devorarte, acariciarte, escarbarte, hasta que tu alma me permita otra vez volver a ser esa niña, con miles de historias por hacerse realidad.


sábado, 30 de noviembre de 2013

Porque si me acuerdo, de repente, 
de tus formas... pierdo el sentido y las maneras.
  
Porque si pienso, a regañadientes del corazón, 

toma importancia el sentido común. 

Que si tú, yo. 

Que si yo, tú. 

Pero nosotros... maldita perdición


viernes, 15 de noviembre de 2013

Hoy soy otoño, frío y apagado. 
Viendo mis hojas caer una a una, con palabras de reproche escritas en ellas.
Y es solo cuando veo el charco de sequedad que hay amontonado a mis pies,
cuando me doy cuenta de que soy árbol, en primavera, 
y que el verde esperanza va a volver a vestirme una vez más, 
por muchas hojas que vea morir ahora en mí. 
No quiero más otoños. No necesito cambiar de hojas, sólo el color de éstas.
Y tú, eres mi otoño. 
Y yo, soy primavera, 

floreciendo en la adversidad de otras estaciones...

jueves, 14 de noviembre de 2013

Complícame la vida.

Solo puedo entender el mundo si lo miro a través de tus ojos
y mis manos, se sienten vacías si no te acarician.
Porque podría  encontrar mil veces la salida del laberinto de tus labios,
que seguiría perdiéndome...
en tus curvas, en tu sonrisa, en tu mirada.
Te comería las dudas, los miedos, el cuello, los lunares...
y callaría al mundo, solo para oírte suspirar.
Porque.. no sé,
no hay más explicación que tú... siendo tú.
Y es que podría morir cuando me miras así,
desafiando la gravedad de mi mundo.
Porque quiero, y necesito, que me compliques la vida,
que llegues arrasando cualquier duda.

sábado, 12 de octubre de 2013

LABRYINT

Una tarde de lluvia más se adhiere esa tinta abrasadora sobre cada una de las palabra que escribe, hoy es uno de esos días, hoy es amarillo... como su pelo.

Se funde en la ceniza de su cigarro y lo ve consumirse, como hace él cada vez que la ve caminar. Jamás se había preguntado el por qué de las cosas, siempre de aquí para allá sin buscar un motivo que le retuviera en ningún sitio, sin pertenecerle a nadie, ni siquiera a su enfermedad terminal. Pero esa mañana de Noviembre todo cambió...

Acababa de mudarse a Noruega, en otro de sus arrebatos de salir corriendo de una realidad que le mataba lentamente. No tenía ni idea de hablar noruego, ni de cómo era la gente allí, ni si quiera sabía donde viviría, pero desconocía todos los secretos que esas calles escondían, y descubrirlo...le ansiaba más que cualquiera de esos problemas. El jueves de esa primera semana, cuando ya se había instalado en un motel de mala muerte que estaba cerca del centro, salió a fotografiar cada rincón de esas calles de casas de colores,naturaleza y nieve.  

Cuando pasaron unas horas, empezó a notar que su tripa no podía llenarse solo de bonitas vistas y whiski barato, necesitaba comer algo y decició hacerlo en un bar que se llamaba LABRYINT (laberinto). Entró, se sentó en una de las mesas más apartadas de la puerta, y comenzó a mirar las fotos que había echo, sin prestarle mucha atención a lo que le rodeaba, pero de pronto..

-Buenas tardes, ¿sabe ya lo que desea tomar?.

Miró hacia arriba y la vio, vio la razón por la que un día decidió mudarse aquí en un plan desesperado, vio una vía de escape a esa mierda de tristeza que llevaba pegada al cuello todo el día, vio por qué ese sitio se llamaba laberinto, porque sus ojos  no te dejaban escapar una vez que los mirabas. 
Y fue en ese preciso instante cuando decidió que había encontrado por fin un sitio donde quedarse, donde empezar a vivir y comenzaría por tomarse allí un cafe, durante el resto de sus días.

CONTINUARÁ...

viernes, 27 de septiembre de 2013

Y ahora dime que no, que no estas saciando tu amor de otra forma, intentando llenar tus ganas de invadirme y recorrer con tus dedos cada rincón de mis miedos. 

Intentas mentirte, porque es más fácil que intentar mentirme a mi, el problema es que ni tu te crees lo que sale de tu boca ni yo voy a taparme los ojos para no ver cómo me desean los tuyos.

Y si, soy como una puta veleta, que gira y gira cuando sopla el viento, pero tus brazos tampoco me agarraban los suficientemente fuerte como para que no lo hiciera. 

No eramos ni tu ni yo, eran las ganas, irrefenables e insaciables en algunas ocasiones, y desgastadas en muchas otras. 

Quizás ese fue el problema, que fueron demasiadas...

viernes, 6 de septiembre de 2013

jueveS vacío

Esto me pasa por no entender una mierda las indicaciones que me da el corazón  y me dedico a escupir veneno en forma de amor.

He aprendido a utilizar la ironia como la primera herramienta para esconder las verdades que se esconden tras esas mentiras fingidas, y decirte que no, que no te echaré de menos, que no soñaré con alzar el vuelo, contigo al lado por si me caigo.


Soportar un adiós que se clava como un puñal, y aguantar el dolor como quien de verdad está convencido de terminar, de avanzar, hacia otros labios, otra mirada, otra forma de revolverse entre las sabanas...


Que sin ti no quiero y que contigo puedo, escalar cada puta barrera, caminar por tu cabeza, escuchando, aprendiendo; mientras beso cada milímetro de tu cuerpo, a quererte y a dejarte que me quieras.


Necesito dormir hasta que me duela, para poder soñar con tus labios una ves más, y no pensar, y no sentir, esta mierda de vacío que dejaron tus manos recorriéndome...


Así que aquí estoy otra vez, esperando un milagro, yo qué se, algo que cambie este gris de aquí dentro, alguien que me prometa que este no es el final de nuestro cuento. 


Pero espero tumbada, en una cama vacía sin ti, siendo la princesa de esta jodida pesadilla, siendo la princesa de la sonrisa robada, de la mirada vacía.

jueves, 8 de agosto de 2013

Inevitablemente evitable

Hay muchas maneras de querer, de entender el amor. 

Existe ese tipo de amor que te une a una persona de una forma familiar aunque no compartáis sangre, o ADN... con compartir valores, aficiones y secretos llegas a convertirle en tu familia, sin condiciones, sin peros, sin razón alguna que lo que despierta en tu corazón. Ese amor que te hace querer a la otra persona con todos sus defectos y manías, porque a la hora de la verdad, esa es la persona que te salva de tus días grises, que te saca de casa cuando las paredes te asfixian, que da la cara por ti arriesgándose a que le jodan la suya, aquella que se tatúa a fuego en el corazón y en la piel, que va a andar contigo pase lo que pase. Aquel amor al que puedes llamar amistad.

También existe ese deseo irracional e inevitable, que te une a una persona incluso cuando quisieras frenar tus impulsos... con todas tus fuerzas. Esa manera de entender el amor como algo pasional, que toca cada fibra de tu cuerpo, despierta cada poro de tu piel y desafía cada límite que intentas ponerle a tu locura interna, que te delata si se juntan vuestros cuerpos. Se va tu cabeza a otra dimensión, y allí entiendes que estas queriendo a esa otra persona, de una manera u otra, le estas regalando amor y estas dejando que te lo regalen a ti también. Este tipo de amor, al que muchos llaman debilidad, yo prefiero llamarlo atracción fatal.

Luego está ese tipo de amor que rompe cualquier tipo de razonamiento, de límite, de situación. Aquel amor que te lleva a dar la vida por otra persona si eso fuera necesario, que perdona cualquier cosa, que se asienta en tu corazón para no dejarte nunca, ese tipo de amor que te recuerda cada día que hay alguien por quien merece la pena luchar, un motivo por quien ser feliz y hacerse fuerte. Es uno de esos amores capaces de dejarte completamente vacío por dentro si desaparece, o llenarte de de los sentimientos más bonitos y reales que jamás hayas sentido. Muchos le ponen el nombre de amor incondicional, yo le atribuyo una única y gran palabra: familia.


Por último, esta ESE amor... todos sabemos de lo que hablo. Ese tipo de amor que te hace vivir en las nubes, que crea mariposas en el estómago, que te hace parecer idiota al no ser capaz de soltar una frase coherente cuando la otra persona está delante. Ese tipo de amor que te cambia los esquemas, la actitud, que te quita el hambre, el sueño y te roba suspiros... Ese amor que te hace llorar y reír, incluso al mismo tiempo, que te hace querer siempre más de la otra persona, que te hace querer ser mejor, que te impulsa a hacer las mayores locuras y te hace darte cuenta de que merecieron la pena... Ese amor que te hace decir las dos palabras más difíciles de pronunciar sin vacilar: te amo, y que no le importa decir estas otras dos con tal de no perder un segundo al lado del otro: lo siento. Ese amor tonto que todos hemos sentido, querido, buscado... y que ,sin embargo, llega cuando él cree que más lo necesitas y cuando tú menos lo esperas. 

Hay muchas maneras de amar, de sentirse amado, de demostrar el amor y de entenderlo. Pero una cosa tengo clara, cada vez que alguien quiere o ama a otra persona, hay algo que no puede ocultar, por mucho que quiera... el brillo de sus ojos, porque cuando alguien habla, mira o está con alguien a quien quiere, sus ojos brillan, con una luz especial, única y diferente en cada persona, ya que los ojos no son otra cosa que el propio reflejo del alma, y si ésta sonríe, nuestra mirada también.

Si tu... si mirarás hoy a través de mis ojos, verías que con una mirada se puede cegar a cualquier incrédulo, callar a cualquier miedo y frenar cualquier obstáculo. 

Si tu.. si miraras hoy mis ojos, los verías brillar.


jueves, 16 de mayo de 2013

La flor más bella es aquella que crece en la adversidad.

Puedo crear una media luna tumbada en sus labios, para esconder la gelidad de sus ojos. Puedo adueñarme de mil horas de sueño, para mantenerla a vela durante la noche. Puedo robarle más tiempo, para saber que pude quitarle lo único que no se puede devolver.
He llegado a quererla, a adorarla, a aprender sus manías y contar sus lunares. Ha llegado a volverme loco, a sacarme de quicio, a conocido mis debilidades y a sabido mantenerse firme en sus ideas. Hemos peleado, reprochándonos cosas estúpidas, para volver a unirnos como imanes atraídos por la fuerza del otro, destructibles pero inevitables.
Puedo decir que  hemos escrito una parte de historia en la arena, viendo muchas veces, como las olas se la llevaban. Puedo decir que he visto cómo sus ojos brillaban de ilusión, y cómo contenía sus lagrimas porque no le gusta que la vean llorar.
Podría decir muchas cosas de ella, pero hay una, que creo, es la más importante:
No importa qué le ocurra ni cuánto le duela, que ella ,siempre, será como esa flor que nace en plena adversidad.

martes, 29 de enero de 2013

AQUÍ EN LA OSCURIDAD

Apaga la luz, no digas nada, que aquí en la oscuridad no existen espejos que te hagan sentir culpable, ni voces que sepan mentir.
Cierra los ojos y mira, mira bien allí donde nadie puede llegar.
Hace tiempo que los monstruos de mi alma no me asustan, hace tiempo que mis latidos se volvieron inalterables e insensibles.
Puede que nada cambie si contengo mi alma y mis ganas, pero no soportaría un solo segundo más de esa soledad que ya se asentó en mí una vez.
Mentiría si dijera que no me echo en falta, pero hay más en mi por lo que echarse a correr que por lo que pararse a buscar. Me desvanecí como las horas en un reloj de arena…
No me culpes si ,ahora que tengo una razón por la que pintar mi alma de blanco otra vez, me he acostumbrado a la oscuridad del negro.