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sábado, 28 de junio de 2014

CERRAD LAS PUERTAS Y ABRID LAS VENTANAS, QUE VUELVO A RESPIRAR.

No quiero volver a describirte
porque se me iría de las manos
esto de olvidarte.

Así que hablaré de como quemaba
el atardecer en mi piel
pero no de mis ganas
de quemarme
en la tuya.

Le contaré a mis palabras
que van a cambiar de tinta y estación,
de verso, de cuerpo y de olor.

Visitaré esa nueva librería de la esquina
para empaparme de musas con olor a café
y dejarme las ganas en casa,
la ventana abierta
y el pestillo echado.


Me he ido de compras,
y me he autorregalado una sonrisa,
un pintalabios color carmín y un par de zapatillas,
que tienen la fuerza de la que carezco
para andar en dirección contraria
a ti.

Hoy he elegido vestirme despacio,
perfumarme los recuerdos
y sacarme a cenar.

Y... ¿Sabes?

Madrid sigue brillando
sin ti.






jueves, 5 de junio de 2014

.Declaración de culpabilidad.

Se han vuelto locos los semáforos de Madrid
y hacen un pasillo cuando la prisa te aprieta
para que puedas llegar a tiempo al último tren.

Se han vuelto locos los árboles y mueven el aire
sólo para que tu perfume se escape de tu pelo
y envuelva esta cuidad vacía.

Se han vuelto locos los bancos
e intentan despegarse del suelo
sólo para que te pares un rato en ellos.

El mundo se ha vuelto loco (por ti).
Y nadie lo entiende.

Pero yo sí,
porque habría hecho lo mismo.



martes, 3 de junio de 2014

Me gustas porque nunca te viví
pero mi corazón hizo varias mudanzas...


De tus labios a tus ojos,
de tus ganas

a la nada.



[Y morí en la curva de su espalda]



Y que se duerma en mi cama

como si no se fuera a derrumbar el mundo

cuando ya no lo mira.




Que entré en cualquier bar de la ciudad

sin darse cuenta de que sus pasos

están haciendo girar el mundo

de los que lo habitan.




Que sonría sin preocuparse

de las flechas que lanza

al pecho de quien la contempla.




Que me susurre al oído que le doy miedo

sin qué sienta como caen mis murallas

cada vez que me respira.




Y tirarme una vida entera sobre su espalda...













jueves, 15 de mayo de 2014

La cuarta hoja de mi trébol.

Escribí esto un martes 13
para robarle la suerte a los supersticiosos
y confesarles mis porqués.
A inculparme de esta pérdida de razón...
y decirles, que a veces la suerte se la gana uno mismo.

También escribí para ti,
 para decirte que...

Me gusta tu PELO por eso de que mueve 
el aire justo en la misma dirección que mis pasos,
y no me siento tan perdida en el olor de tu champú.

Vendería mi alma al diablo por el verde 
de tus OJOS, que me atrapan y convencen
de que todavía nos queda el último aliento.

Me gusta tu NARIZ cuando me respira
y se queda con todos mis miedos
y hace de mi perfume su vicio inconfesable.

¿Qué puedo decir de tu SONRISA?
Si hasta los ateos se convirtieron
para ver curvar tus labios con sus halagos...

Pocos podrán decir la espiral que es tu CUELLO...
Donde te pierdes con el motivo 
de no volver a encontrarte más.

Y si me despistara un momento,
te confesaría que me tiraría una vida entera
sobre la curva de tu ESPALDA.

Y que me perdería en la espiral de tu OMBLIGO,
para contarle a tus CADERAS
las ganas que tengo de verlas bailar.

Y me volvería melodía en tus MANOS
como sí de un piano se tratase
esta guerra entre cuerpos.

Y entonces tu VOZ.
Deja de tener sentido el silencio en esta habitación,
y hago de tí el grito de mi sentencia.

Pero no es hasta que miro esas PIERNAS
que se van alejando de mis rincones
cuando me doy cuenta de que...

Creo que me gustan tus TOBILLOS,
todavía más,
cuando las hace girar

Y vienes clavando los PIES fuerte en mi mundo
para decirme:
"Devuélveme mi suerte".

domingo, 11 de mayo de 2014

INSOMNIO 6:00 am.


Quizás deba quedarme a dormir en tu espalda esta noche 
y viajar por tu columna hasta tu cuello, 
para decirte al oído que eres mi mejor colchón
y que mi almohada no habla de pesadillas desde hace días.

Quizás deba desnudarme y dejar a tus manos
tapar cada agujero de bala del pasado,
mientras te acaricio el presente besando
cada rincón de tus balas por sanar.

Quizás debiera dormir un poco más,
y soñarte un poco menos.

Quizás debiera no escribirte esto,
y quererte esta noche, lento.

martes, 22 de abril de 2014

Mentiras piadosas.

No necesito que vengas a recordarme
que debo olvidarme de tu ausencia,
hace tiempo que no me pierdo
en tu espiral.

No necesito que vengas
con esa sonrisa a llover,
me volví Poseidón
en tu último huracán.

No necesito que vayas pisando 
fuerte mis alas,
he aprendido a volar 
cerrándole los ojos 
a tus huellas.

No necesito que tus manos
dibujen formas en las nubes,
el cielo se ha encargado de modelar
otro azul a mi medida.

No necesito el dolor de tus labios
para sellar los míos
si queman.

No necesito tenerte
para perderte,
en cada centímetro de mi piel.

Ni necesito que latas,
para sentirte
fuera,
de mi pecho.

No te necesito,
porque necesitarte sería morir
a ratos...

Y hace varias canciones que resucité.






martes, 8 de abril de 2014

Y el cocodrilo se comió a la mariposa.

Esta es la última vez que me abro en canal para ti.
Estas son las últimas verdades que sabrás de mi, 
de mi manera de querer.
Tengo tantas cosas que decir, 
que no sabría si empezar por tu mirada 
y acabar en tu manera de andar,
o simplemente contarte las noches que te imaginé justo detrás de mi,
abrazando los miedos que ahora te hacen desaparecer.
Tengo tantas palabras escritas sobre ti, 
que podría estar la vida entera haciendo(te) poesía,
y jamás llegar a conocer del todo 
qué es lo que se esconde tras esta musa que aparece a su antojo.
Tenía tanto miedo, 
que hice con él una muralla para que tú no lo sintieras,
 y mis tambaleos fueran tu chaleco antibalas.
Tenía tanta rabia
que la luna de Noruega
absorbió la vida de las promesas
que se quedaron en sus lagos,
y ni siquiera quise convertirme en agua.
Sentía tanta traición
que hasta los gatos de mi interior
murieron en las 6 vidas siguientes
que le prometieron a tu sofá.
Y es que después de ti,  
volvían los fantasmas de mi cama,
y se refugiaron en el atrapasueños
del que un día saliste tú.
Después de ti, 
volvía yo. 

I N E V I T A B L E S


Fuimos inevitables

Como la tostada y la ley de Murphy
Como los encantos de Monroe para Kennedy
Como las ganas de volar para quien tiene alas

Fuimos eternos

Durante los 3 segundos que duró tu mirada
Durante la caída de una gota de lluvia
Durante ese abrazo que dijo adiós

Fuimos estaciones

Cuando febrero se quedó parado un 14
Cuando el sol se ponía una tarde de Marzo
Cuando la primavera no te trajo flores al jardín

Fuimos insomnio

Todas las noches que soñaba que dormías conmigo
Todas las noches que dormías en mi pecho
Todas las veces que le robaste la luz a las farolas

Fuimos perdición

Fuimos ganas
Fuimos ilusión
Fuimos lágrima

Fuimos todo,

Sin ser nada.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Llevo grabados en la piel todos los versos que se escriben por tu inercia.

Dile a mi piel qué hacer con todo el calor que se llevaron tus abrazos,
y con las ganas que le robaste a mis sonrisas.
Dime, ¿qué hago con estas manos vacías?

Dile a mi hemisferio derecho qué hacer cuando te echa de menos,
y con la necesidad de buscarte cuando estás perdido.
Dime, ¿qué hago para no inmortalizarte en estas palabras?

[Y mientras tú, no entiendes nada.]

Dile a mis ojos que no miren un atardecer más
que ya no quieres más promesas sabor a luna
Dime, ¿a caso no somos víctimas de esta puta gravedad?

Dile a esto que va a explotarme en el pecho que no vuelva a estallar
que las palabras que lo alimentaron venían con fecha de caducidad
Dile que quisiste volar alto sin pensar en tus alas rotas,
dile que corres demasiado rápido como para pararte a mirar
( y no viste ni mi aguja, 
ni mi hilo)

[Y mientras tú, no entiendes nada.]

Podría decirte que odio verte sonreír
cuando se que no es la lluvia el motivo.
Podría decirte que estas jodidamente loco
que se fue tu cordura cuando escapó tu corazón.
Podría decirte que odio haberte aprendido de memoria
y que odio cómo huelen las calles a ti.
Podría mentirte durante un verso más
y decir que otra musa me miró a los ojos... 
Podría decirte que este silencio
es sólo una prueba más de que ya no te pienso.

Pero mientras tú, seguirías sin entender nada.

Sólo quiero que sepas que,
si no sabes hacía donde ir,
y tus tormentas te hacen girar,
es esta voz que ya no te habla,
la que le susurra al oído al viento
que te arrope si estás asustado.







miércoles, 12 de marzo de 2014

Cartas al futuro: Mía.

Buenos días por primera vez Mía,
bienvenida a esta locura llamada mundo, que ahora es mucho más bonito porque tú estás en él.

Tengo tantas ganas de protegerte que creo que podría vivir justo en el hueco entre tu corazón y tu cuello, y respirar al ritmo de tus latidos. Tengo tantas ganas de enseñarte lo bonito de las cosas... A apreciar los detalles, a cuidar a los que te quieren y a querer a los que te han hecho posible.

Pero de momento, sólo puedo explicarte lo que es formar parte de esta bonita familia. Y me enorgullece cederte el puesto de la "peque" de los Bonilla, ya verás como pensarás que no podrías haber tenido más suerte...

Tengo que advertirte de que solemos hablar alto, así que las cenas de Navidad son casi una lucha de voces intentando mantener conversaciones, pero si te paras un minuto a escuchar, te darás cuenta de que nos reímos, los unos de los otros, los unos con los otros... y que nunca hay nada tan malo como para dejar de hacerlo, y créeme, la risa es la más natural de las medicinas. 

Aprenderás que la distancia no es un impedimento para llevar a alguien grabado en la piel, yo ya te quería antes de conocerte, y estoy segura de que tu bisabuelo desde el cielo, sonríe más que cualquier estrella solo por verte brillar. Así qué nunca dejes de mirar al cielo y sonreírle. 

 Aprenderás que solo con constancia y esfuerzo, poco a poco, se consiguen grandes cosas. Y que la grandeza, no es sinónimo de riqueza, sino de orgullo en la mirada de aquellos que te quieren. 

Y también aprenderás, pequeña, que los amigos se cuentan con una sola mano, pero por suerte, nosotros te estaremos agarrando fuerte la otra. 

Pero eres tú, princesita, la que nos vas a devolver esa ilusión por los detalles, ese brillo en los ojos por una caricia, esa inocencia con la que se mira...

Tienes suerte, mi ángel, a veces hay que ser pequeño para entender las cosas mejor.

Gracias por hacerme la vida más bonita,
Te quiero, 
y siempre te querré.

Feliz 11 de marzo mi pequeña.












viernes, 7 de febrero de 2014

Hacer(te) magia.


Mientras observo esta hoja en blanco que se empapa con verdades silenciadas, me pregunto por qué te escribo.

Pero entonces llegas con esos temores refugiados, y esos sentimientos desequilibrados, y comprendo que no debo dejar que desaparezcas,
ni tu ni tus miedos, y que debería quedarme yo con ellos…

Porque escribirte, es solo una manera más de eternizarte.
de hacerte inmortal de palabra en palabra.

Lo que no entiendo todavía es cómo vive el sol sin tu sonrisa,
ni el viento sin tu voz, ni el mundo si no lo miras…

No entiendo como no se derrumban las calles, si no pasas por ellas,
ni entiendo tampoco la felicidad de otros, si no te han tenido nunca a centímetros.

Supongo que si nunca le has dado la mano a la felicidad,
no aprendes a echarla de menos.

Por eso te pido, que arrases con todo lo que haya por delante, como un huracán,
que inundes cualquier castillo con tus olas, como el más fiero de los oleajes,
que vueles lejos, que te equivoques, que sonrías, que te caigas, que te escondas
que te rindas, que lo intentes, que te atrevas...

Que vivas…

Pero de mi mano.



martes, 21 de enero de 2014

DILUVIO SOLAR



No es noche para claridades mentales, pero deslumbras. No es enero para lluvias, pero mojas. Y cada vez que intento alcanzar el origen de las gotas que acarician este miedo, muerdo el polvo de estas huellas que se han ido corriendo.

Y tú , que siempre vas un paso por delante, me miras, desafiando cada poro de mi piel, que se estremece al imaginarte sonreír. Tu que vienes en forma de viento y lluvia, haciendo que ruede esta veleta que lleva tanto tiempo buscando un norte. Tú, que me haces hielo, y me deshaces, y me siento morir cada vez que te respiro.

Y yo, que elegí correr el riesgo de dejarme asustar, que hago de cada desafío una bocanada de aire fresco … Yo que no paro de girar, mientras me empapas de secretos a voces, en mi cabeza.

Yo, que no soy enero para dejarme mojar.
Tu, que no eres noche para mentes claras.