Visitas :)

lunes, 23 de mayo de 2011



Joven marinero
que navega en la mar
que vive en las olas
por las que se ha dejado llevar.

Tiene ojos sinceros
manchados de dolor
causado por labios
que no entienden de amor

Sus palabras esconden
miles de historias por contar
más le faltaron corazones
que quisieran escuchar

Joven marinero
yo te digo hoy
mis labios son sinceros
y mi corazón quiere aprender

Pues tus pies han andado
por montaña y ciudad
aprendiendo con cada paso
de la vida un poco más

Joven marinero
que navegas por la mar
que vives en las olas
por las que te dejaste llevar.

MIEDO



Existen muchos tipos de miedos. El miedo a un insecto, al monstruo de las galletas , a la oscuridad o  el  típico miedo al pediatra cuando somos pequeños. Un miedo inocente y curable. Luego está el miedo de no saber elegir, o de elegir mal. Ese miedo que nos entra cuando empezamos a pensar por nosotros mismos y a decidir si algo nos gusta o no y si algo está bien o mal... Empiezas a prescindir de aquél que te dice "esto no se hace...".  Luego, viene el miedo de "me quiere, no me quiere,me quiere..." mientras desojas una margarita. El miedo de no saber si has echo bien en formar parte de alguien o si has hecho mal en dejar de ser parte de esa persona, para ser sólo tu mismo. Más tarde viene el miedo de no llegar a ser aquello que deseas, de no dar la talla, de no hacer que los tuyos sientan orgullo de quién te has convertido o quien has decidido ser. Pero en realidad...¿Qué mas da?. El miedo es sólo una sensación producida en los momentos de inseguridad o en aquellos que te sientes indefenso.No es malo tenerle respeto a ciertas cosas, a la vida en sí, a lo que nos da y lo que se lleva con ella. Pero si es malo tenerle miedo, porque puede que en algún momento de debilidad se aproveche y no te deje escapar de sus garras. Si sientes respeto por la vida, seguramente harás las cosas con cabeza pero sin dejar de arriesgar. Pero si lo que sientes es miedo...estás perdido. Porque simplemente, dejarás de hacer cosas.


SINOPSIS



Suelo morderme el labio, bueno en realidad lo hago constante e inconscientemente. También muevo la pierna sin parar cuando me impaciento. Si me haces enfadar…que tiemble el mundo, pero solo por unos segundos, la picardía o la maldad no entran en mi vocabulario. Cuando algo me preocupa clavo la mirada en algún sitio y muevo la uña del pulgar izquierdo de mi mano por el dedo índice, dibujando círculos. No es difícil que me veas llorar con una película o alguna canción, pero no es tan fácil conseguir que hable de mis sentimientos, están bien guardados. Cuando me río, lo hago de verdad, si algo no me ha hecho gracia no finjo. Tengo las ideas bastante claras, pero mi autoestima es una montaña rusa en constante movimiento, lo que puede hacer que surjan dudas y miedos. Suelo refugiarme en el canto cuando estoy triste, preocupada o tengo miedo. Intento ponerle una sonrisa a los problemas para que nadie sepa que estoy mal. Ando sobre tierra segura, prefiero no arriesgarme por si algo me daña… Y me gustaría ser de las que actúan por instinto, pero dejaría de ser yo pues estudio muy bien las consecuencias. Suelo tocarme la nariz cuando estoy concentrada o poner mi mano  a modo de gorra sobre mi frente. Me encanta soñar, pero vivo despierta. Me gusta cuando debajo del agua el sol pasa entre mi pelo.  Me hace gracia el primer beso de dos niños, inocentes. Me dan pánico las arañas y tengo cosquillas por todo el cuerpo. Si pierdo a mi familia, me pierdo yo. Si no corro tras mis sueños, tras mis deseos ,me llamo cobarde  a mi misma. Admiro a todo aquél que se dejó la espalda y la mayor parte de su vida por darle de comer a los suyos. Y no aguanto las mentiras, los engaños o los rumores. Soy muy tímida aunque a ti te demuestre lo contrario. Soy fácilmente sonrojable y bueno… quizá esa sea una de las razones por las que no digo nada cuando me gustaría gritar.
Esta soy yo, más o menos, aunque claro…No creas que por esto me conoces. Si no lo ves en persona, nunca sabrás si es cierto.

Bestias del pasado



Todo este tiempo he estado bebiendo veneno, luchando contracorriente, lanzándome al vacío sin paracaídas. He peleado contra gigantes tentaciones, he transformado mi corazón en algo frío y distante, me he construido una armadura; si me tira flechas Cupido no me afectarán. He dormido bajo puentes de amargura y llenado mi alma de lágrimas. He sentido el dolor desgarrándome el pecho y he amado esa sensación, como la única cosa que pudiera atarme después de mucho tiempo a un sentimiento. He luchado largas batallas contra todo tipo de sensaciones, he corrido rápido, deshaciendo mis pies en la tierra para alejarme de recuerdos.
Maté a una bestia enorme, sin remordimientos. Maté una bestia enorme, sin recuerdos….sin sentimientos.
¿Porqué? ¿Que porqué? Porque todo este tiempo he estado corriendo a ninguna parte buscando un límite, buscando mi límite. Y ¿sabes qué? Parece irónico pero…gracias a ti, brujo de maldiciones, lo he encontrado. Marchito, asustado y solitario…junto a mi corazón.
 “No te mereces sufrir” me dijo
“No sufro ni padezco,no tengo sentimientos!”grité yo, bestia enorme enfadada y maldecida sin corazón.
“Estoy aquí, sólo tienes que tener valor, ser valiente y aceptarme...Con todo lo que eso conlleva, sensaciones buenas y malas... pero, al fin y al cabo, sentimientos” Me gritó aún más fuerte, valiente.
“Has ganado...” dije yo rindiéndome.
Ahora la bestia enorme enfada y fría que llevaba dentro, desaparece poco a poco. Pero el tiempo no ha curado las heridas de su alma por eso a veces se encierra en una armadura frágil por si alguien intenta dispararle con amor.

Huellas


Andas, sin fijarte mucho en lo que te rodea. Buscas, a veces, con la mirada algo que te llame la atención. Y respiras, hondo, tranquilo. Un día de lluvia, tu mirada gacha ve otros zapatos, otros pasos. Alzas la vista esperanzado y ves justo aquello que querías ver.
Otros ojos, ves el mundo a través de otra mirada. Una sonrisa, palabras, actos...Que te llevan allí donde estás en casa, que te recuerda quién eres. Los tuyos crecen y sientes orgullo, y ellos ven en ti a alguien que había estado triste y perdido, pero que ahora podía decir sin duda: ” Hola, SOY…”
Agarras con fuerza esa mano amiga, deseando no irte nunca de ese lugar, de su lado. El miedo te puede a veces, es verdad, nunca has dejado que nadie llegue a ti y hacerlo es difícil. Suele soñarse con cuentos de hadas, pero se tiene que luchar duro para que se hagan realidad. Pero siempre dije: “ Los valientes no son los que sueñan con victorias, sino los que luchan por ellas”